Resumen de los cambios propuestos por el DOL a la clasificación IC

Posted on Jul 5, 2021 by Ryan Sprouse

El 22 de septiembre, el Departamento de Trabajo publicó una propuesta para modificar la metodología para clasificar a un trabajador como contratista independiente. La clasificación de un trabajador como contratista independiente o como empleado es una cuestión de gran importancia. Si un trabajador se clasifica como este último, entonces está cubierto por la Ley de Normas Laborales Justas (FLSA, por sus siglas en inglés) y es elegible para varios beneficios, incluido el salario mínimo, las horas extra, el seguro proporcionado por la empresa, etc. Ahora, según la norma propuesta, esta clasificación dependería de una nueva prueba, la llamada «prueba de la realidad económica», que implica sopesar numerosos factores. Esta norma propuesta puede tener un impacto particular en el entorno económico actual debido a la gran cantidad de trabajadores que se han visto obligados a trabajar de forma remota.

En este artículo, explicaremos en detalle la mecánica del test de realidad económica. En definitiva, como veremos, la determinación se basa en un análisis caso por caso, por lo que cada caso debe examinarse de forma independiente.

La prueba de la realidad económica

La llamada “prueba de realidad económica”, propuesta por el DOL , consta de cinco factores separados, y estos factores son los siguientes: (1) la naturaleza y el grado de control del trabajador sobre su trabajo (el “factor de control”), (2) la oportunidad del trabajador de obtener una ganancia (o una pérdida) basada en su propia iniciativa o inversión en el trabajo (el “factor de ganancia”), (3) el nivel de habilidad involucrado en el trabajo, (4) el nivel de permanencia que caracteriza la relación entre el trabajador y el empleador, y (5) si el trabajo es parte de una unidad de producción integrada o un todo.

Entre estos cinco factores, existe una jerarquía de importancia: los dos primeros factores –el factor de control y el factor de beneficio– tienen la mayor importancia y se denominan “factores centrales” del análisis de la prueba de realidad económica. Los tres factores restantes se consideran factores secundarios y, por lo tanto, tienen menor importancia en el análisis.

El objetivo básico de la prueba de realidad económica es determinar en qué medida el trabajador depende económicamente del empleador para su sustento. Si se adopta, esta regla haría que la clasificación de los trabajadores como contratistas independientes o empleados sea una cuestión más sencilla y directa.

Factores centrales vs. factores secundarios

Como se mencionó, la prueba de realidad económica requiere una evaluación global que implique un análisis cuidadoso de todos los factores relevantes. Sin embargo, los factores centrales superan a los secundarios en esta evaluación global. Esto significa que, si los dos factores centrales apuntan a una conclusión común, la prueba probablemente apuntará hacia esa clasificación, independientemente de que los factores secundarios no estén de acuerdo con ella.

El primer factor central, el factor de control, analiza el grado de control que tiene el trabajador sobre su trabajo. Este factor tenderá a apoyar la clasificación como contratista independiente si el trabajador tiene más control sobre su trabajo. Los aspectos que pueden indicar que el trabajador tiene un control sustancial sobre su trabajo son los siguientes: crear su propio horario o rutina de trabajo diario, elegir sus propias tareas, poder trabajar de forma independiente con poca supervisión, poder trabajar para competidores potenciales, etc.

El segundo factor central, el factor de beneficio, tenderá a apoyar una clasificación como contratista independiente si el trabajador tiene cada vez más oportunidades de obtener beneficios. El razonamiento que subyace a esto es que los empleados por lo general no tienen este tipo de oportunidades. Por ejemplo, si el trabajador puede obtener beneficios gracias a su iniciativa, perspicacia empresarial o capacidad de gestión, entonces esto apoyaría una clasificación como contratista independiente.

El factor de permanencia apoyaría una clasificación como CI cuando el trabajo tiene una duración finita o se realiza de manera esporádica. El factor de unidad de producción integrada tenderá a apoyar una condición de CI si el trabajador forma parte de un equipo o un proceso que es esencial para la producción de un determinado bien o servicio. Al pensar en este factor, es útil considerar a un programador de computadoras que trabaja en un equipo de producción de software; en tal escenario, el factor de unidad integrada apuntaría hacia una clasificación de empleado.

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Como se mencionó, esta propuesta aún no es una regla, pero si se convierte en una regla, podría hacer que la clasificación de un trabajador como contratista independiente sea un asunto mucho más simple. Si necesita más información sobre este tema de vanguardia, o si tiene un caso que involucra una clasificación IC, comuníquese con el bufete de abogados Trembly hoy mismo. Llámenos al (305) 985-4574 y uno de nuestros abogados le responderá en un abrir y cerrar de ojos.

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