Muchas veces, los socios comerciales sienten que no necesitan tener todo por escrito. Esto es particularmente cierto si han iniciado negocios con amigos o familiares.
Lamentablemente, es imposible predecir qué acuerdos comerciales están destinados a fracasar. Las empresas cuyos propietarios son amigos o familiares tienen la misma probabilidad de tener problemas que cualquier otra empresa. No tomar las medidas necesarias para obtener los detalles financieros por escrito puede tener efectos desastrosos para la empresa y para la relación entre los socios.
Identificar y documentar específicamente, por escrito, la inversión que ha realizado cada socio es un paso fundamental.
Existen varias formas de invertir en una LLC y dividir su propiedad. Los propietarios suelen realizar aportes en efectivo, aportes de propiedad o aportes de servicio. Cada miembro de la LLC recibe un porcentaje de la propiedad a cambio, pero no siempre es un cálculo sencillo. ¿Cómo se debe valorar el tiempo y la experiencia dedicados a la empresa en comparación con el dinero en efectivo? Esta es solo una de las muchas preguntas que deben responderse en el acuerdo de asociación.
La propiedad de una LLC no solo se divide en función del capital u otras contribuciones, sino que también se dividen entre los socios las participaciones en las ganancias y pérdidas, llamadas participaciones distributivas. Las participaciones distributivas suelen asignar a cada socio el mismo porcentaje que el porcentaje de propiedad, pero no siempre es así. Estos detalles, por razones obvias, deben definirse.
Un blog popular llamado New York Business Divorce contó recientemente un ejemplo interesante de las consecuencias de definir inadecuadamente las contribuciones de capital . Dos conocidos formaron una empresa de desarrollo inmobiliario en forma de LLC. Cuando el negocio fracasó, se produjo una demanda sobre si cada socio había hecho una contribución de capital, que sería un activo comercial, o un préstamo a la LLC, que sería pagadero como una deuda comercial.
El socio número uno realizó aportes de capital por un total de $523,000.00 y argumentó que el segundo socio debía una cantidad similar a la compañía. El segundo socio argumentó que no tenía obligación de realizar ningún aporte de capital porque el contrato operativo no enumeraba ningún capital que ninguno de los socios pudiera aportar. Alegó que el financiamiento proporcionado fue en forma de préstamos, no de aportes de capital.
El Tribunal estuvo de acuerdo con el segundo miembro y determinó que el acuerdo operativo era ambiguo en cuanto a si cada miembro de la LLC debía realizar aportes de capital iniciales. Al final, a pesar de un acuerdo en el que el primer miembro pensaba que era responsable solo de la mitad de la deuda comercial, perdió cientos de miles de dólares. Que esto sirva como una llamada de atención: si sus aportes de capital y otros acuerdos financieros importantes no están bien documentados, usted corre riesgos.
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