El levantamiento del velo corporativo es una medida extrema que los tribunales adoptarán únicamente cuando una corporación sea una farsa. Los tribunales emprenden un delicado acto de equilibrio para no alterar la estructura corporativa, al mismo tiempo que inculcan a los dueños de las empresas la importancia de cumplir con las formalidades corporativas. El levantamiento del velo corporativo se refiere al acto de un tribunal de atravesar la estructura corporativa para exponer la responsabilidad personal de sus propietarios.
Un tribunal utilizará varios factores para determinar si la perforación corporativa es apropiada. Entre ellos, los principales son la mezcla de activos, los antecedentes de mala administración, la falta de mantenimiento de registros adecuados y la eliminación de los activos de la corporación. La razón por la que estos factores pesan tanto es porque indican que los propietarios de la corporación son simplemente una farsa en la que intentan utilizar la responsabilidad personal sin el trabajo involucrado.
El piercing corporativo tradicional tiene sus pros y sus contras. Fomenta la eficiencia de la corporación, garantizando su buen funcionamiento. Fomenta la inversión, ya que quienes invierten en una corporación no tienen que preocuparse por la falta de respeto a la estructura corporativa. Además, el piercing fomenta la asunción de riesgos por parte de la dirección, facilita los mercados de valores, reduce los costes de agencia y reduce los costes de supervisión. Por otro lado, supone un riesgo moral, desalienta la concesión de créditos, propicia el oportunismo interno, la externalización de riesgos y puede fomentar la irresponsabilidad de los accionistas. Históricamente, el piercing se ha producido más en demandas por responsabilidad civil que en demandas contractuales.
Se han propuesto varias alternativas para levantar el velo corporativo que no afecten a la entidad corporativa. Una de ellas es un requisito de seguro, que protegería a los acreedores externos. Otra alternativa es un requisito de capitalización mínima, que indicaría que la corporación está comprometida a mantenerse a sí misma. Una tercera alternativa es la responsabilidad prorrateada. Esto permitiría a los accionistas asumir una parte prorrateada de la responsabilidad, con lo que se diluiría la cantidad adeudada. Una última alternativa es el seguro voluntario, que protegería contra pérdidas que pudieran afectar los activos personales.
El derecho corporativo es complejo y muchos no se dan cuenta de que, de acuerdo con los estatutos corporativos actuales, los propietarios de una corporación aún pueden estar expuestos a responsabilidad personal. Comprender cuándo puede estar expuesto a que un tribunal perfore la estructura corporativa es importante para el funcionamiento fluido y eficiente de su corporación. Consultar con un equipo legal experimentado puede ayudarlo a comprender qué tan bien está funcionando su corporación. Llame al bufete de abogados Trembly al (305) 985-4582 para programar una consulta.